Hace exactamente un año Porsche anunció que no fabricaría más el vehículo más perfecto, hermoso y potente de su historia el Carrera GT, el epítome de los súper majestuosos.
Y desde entonces ni los millonarios que ya desde antes no lo podían adquirir tuvieron que guardarse sus últimas ilusiones. Porsche al menos hizo de los súper exóticos algo más democrático: ni para unos ni para otros.
Y los millonarios no podían comprarlo no por el precio de 440,000 dólares, sino por lo limitado de su producción. Nada más que un Carrera GT al día es lo más que producía la fábrica de estos modelos incomparables en Leipzig, Alemania.
Hubo un momento grande en la historia de Porsche y ocurrió aquí mismo en esta ciudad de Nueva York, cuando en la exhibición internacional del año 2006 Porsche mostró a los nostálgicos el Carrera GT y a su lado el SUV Cayenne, el primer vehículo de esa firma en tal segmento. Ambos tenían 500 caballos de fuerza como mínimo. Entre los dos ese caballaje y musculatura subía a 1020 animales llenos de energía.
Lo que Porsche hizo entonces fue llenar su espacio con un capítulo de la historia del automóvil.
El Carrera GT es puro arte, una maravilla atlética como afirma la compañía, un carro que redefine las capacidades de alta velocidad de los súper carros exóticos. Para Porsche la velocidad de 205 millas por horas que alcanza su GT está más asociada al aire que a la tierra.
Para lograr semejantes impulsos el GT cuenta con un motor V10 y una transmisión especial de seis velocidades.
Con respecto al Porsche Carrera GT se puede parafrasear la concida frase de la sucesión real: El Rey ha Muerto, Viva al Rey! Pero Porsche todavía no ha anunciado al sucesor, si es que alguna vez hay otro que pretenda subir a esas cumbres de tan puro poder y estilo majestuoso.
Que se diviertan!Miguel A. Sánchez, Nueva York
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