jueves, 15 de mayo de 2008

El Mustang del 2005 tiene ingredientes para convertirse en un auto de colección

Uno de los vehículos cuya historia se encuentra entre las más formidables de la industria automotriz, el potente Ford Mustang, recientemente cumplió cuarenta años de vida en el mercado global.


Diseñado por el magnate Henry Ford II y el legendario Lee Iacocca, quien presidía una de las ramas más importantes de la Ford Motor Company a principios de la década de los sesenta, el atractivo vehículo lleno de fuerza y de toda clase de accesorios se convirtió en una historia de éxito instantáneo: más de veinte mil modelos vendidos el primer día, casi medio millón de unidades vendidas en su primer año de existencia y más de un millón de modelos fabricados dos años después de su fecha de lanzamiento, totalizándole a la empresa más de un billón de dólares en utilidades en sus primeros veinticuatro meses de vida.


El Ford Mustang fue presentando en la Feria Mundial de Nueva York del año 1964. La reacción inicial fue que era demasiado coche por el precio pautado y, por ello, este se comenzó a vender como pan caliente. Convertible, de color blanco y con un motor V8, dicho modelo permanece, hoy en día, petrificado en el extensísimo Museo Henry Ford de Dearborn, Michigan.

Desde dicha fecha, y sobre todo en la década de los setenta, el Ford Mustang ha ido remodelándose de década en década. Sus diseñadores han jugado con mezclas de transmisiones manuales y automáticas de distintas velocidades, se han apoyado en las plataformas de otros carros con un alto historial de ventas, han expandido su tamaño y diseño interior, modernizado la consola, eliminado sus defensas externas e integrándolas en la parte trasera y delantera de la carrocería, han reducido al mínimo la resistencia del aire en sus faros, mejorado la suspensión de los diversos modelos y se handebatido por horas y horas entre eliminarle o agregarle cilindros de fuerza al ruidoso y famosísimo motor que convierte a los conductores de este potente vehículo en los dueños de las carreteras alrededor del globo.


A sus cuarenta años de simbólica existencia, el Ford Mustang se ha embarcado en una remodelación drástica que, sin embargo, mantiene el aire familiar del primer modelo del año 1964 y otros de finales de aquella década original. Confirmando su estilo agresivo, el modelo del año 2005 tiene dos nuevos y robustos motores a elegir, un V6 o un V8, de 4.0 y 4.6 litros respectivamente, que continúan impulsando el rendimiento del legendario tren motor del Ford Mustang.

Con una nueva suspensión, una tracción trasera, eficaces frenos con discos ABS opcionales, una caja de cambios - manual o automática - de cinco velocidades, una moderna amplitud en la cabina, un aspecto retro llevado a cabo con cromados y paneles de aluminio que le recuerdan a muchos conductores el estilo de los vehículos de hace cuarenta años, ciento veinticinco combinaciones de colores para personalizar los relojes del vehículo que le otorgan el aspecto futurista al interior del vehículo, y un precio que no sobrepasa los veinte mil dólares, le garantizan a la fabricación de esta última unidad el éxito que sus previos modelos han tenido a lo largo de cuarenta años, desde que Henry Ford II y Lee Iacocca se pusieron a contemplar cómo sacudir los cimientos de la industria automotriz global: no está de más el decir que lo lograron con un potente modelo que se niega a desaparecer con el paso del tiempo.

ContextoLatino/Nueva York

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